

El carácter británico y sus tradiciones deportivas relacionadas con el perro como combatiente, a que eran tan aficionados, llegan a las Islas. Para los combates utilizaban normalmente sus típicos perros gladiadores, tipo Bulldog y Bullterrier, que traen desde su país, planteando inevitablemente el mestizaje con el perro de presa existente en el Archipiélago.
Esta afición inglesa a la lucha de perros, se identifica plenamente con el carácter isleño, de talante combativo, aptitud que se repite en el Archipiélago Balear con sus Ca de Bou o perro de presa Mallorquín o en el Japón con los Tosa Inu como perro de pelea nacional.
Se plantea, por tanto, en la población de presa de las Islas, determinadas modificaciones morfológicas. No solamente se piensa en un perro de presa que desarrolle una correcta labor como guardián o como boyero, sino que además debe poseer buena disposición para la lucha.

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